lunes, 5 de enero de 2009

Capitulo 8: ANA Y MIA EN MI VIDA


Mi secreto, mi realidad. Mi mundo de cristal, del que quiero salir, pero sin darme cuenta me involucro mas.
Hace tiempo ya, que convivo con algo que no se como definir. Una pesadilla diaria, algo que va conmigo a todos lados. No se quien soy, ellas se apoderaron de mis ojos. No me veo, no me reconozco.
Cada día es volver a empezar. Sentirme de las más linda, al moustro mas insignificante. Obesa de dolor, con ansias de vomitar todo la angustia…
Obesa y vomitar: palabras claves en mi relato…
Casi sin darme cuanta me sumergí a nadar en un mundo completamente ilógico. No era mi plan vivir así, tampoco morir. Solo intente ser feliz. Procesos internos, cambios. Clicks en la cabeza. Y a empezar a redactar como pueda esto que me ahoga cada día por dentro…

Todo empezó de casualidad. Me encontré frente a vientos que traerían cambios, y sentía que para afrontar lo nuevo con seguridad el cambio más importante que debía hacer era el de mi imagen. Inconcientemente (creo que gran parte de lo que uno vive se ubica en la inconciencia) empecé a comer menos. Aun comía, pero cada día un poquito menos. Me obsesione de golpe con las calorías. Empecé a leer muchísimo de nutrición, de las función de los alimentos y de cuantas calorias aportaban. Tenia entendido que lo “normal” es consumir unas 1800/2000 Kcal. Inicialmente, no podía superar las 1200…
Así llegue al fin de mi 4to año del colegio secundario. Oía comentarios del tipo “estas mas flaca, no?” y mi corazón saltaba de alegría. A mis miedos, se le sumo uno más: Me elegían abanderada. Seria la mejor de mi colegio. Y con ese cuerpo daba vergüenza…

Así fue que arranque diciembre, con una depresión fuerte. No quería salir de mi casa, porque claro, no llegaba a las 1200 Kcal, con suerte consumía 750/800 y generalmente en la cena… mi cuerpo no podía soportar el calor. Tenia muchos ojos encima, que presentían lo que me podía pasar, pero yo los quería alejar. No quería que nadie se meta…
Que pasó cuando empezaron a sospechar y mi obsesión paso a un nivel limite? No me quedo opción que empezar a deshacerme de una forma poco sana lo mínimo que ingería. Un día que jamás olvidare, fue el primero que me ví frente al inodoro, por haber comido helado. “Estoy loca” me decía. Y si, Creo que lo estoy. Introduje un dedo, y la arcada fue inmediata. Bastaron dos dedos, para expulsar absolutamente todo… Que sentí después de eso? Miedo. Placer. Orgullo.

Había ingresado a un mundo desconocido para muchos. Pero que yo conocí demasiado a fondo. Las princesas de Internet. Las que le entregan la vida a las dos diosas inventadas. De que hablo? Ana y Mia. A mi me las presentaron como diosas, pero quienes son? Anorexia nerviosa y Bulimia. Esto es tan difícil de describir. Arranque creyendo que estaba bien lo que hacia, que me iba a ayudar. Aun cargo con las consecuencias. Y creo que voy a cargar durante muchos años. Te hacen creen que esto es la solución, y la única forma de no ser excluidas por las sociedades que te exigen la delgadez extrema. Pero en realidad son la muerte personificada en mujeres imaginarias, que vienen a matar a miles de adolescentes.

Así, cada día que pasaba de aquel verano, era uno menos en mi mentira. Si, le mentí a todos. A mi familia, a mis amigos. No podía confesar lo que me pasaba. Aunque nadie es idiota, y todos lo suponían. Como estallo la bomba? Cuando un medico corroboro que estaba descendiendo de peso, de una forma increíble. En un mes había bajado 5 kilos. Pase de estar normal a estar por debajo de mi peso. Y eso que arranque este juego estando con mucho kilos de más. Cuando digo muchos, hablo de unos 30…
Ahí fue cuando confesé lo que estaba viviendo, y no tuve muchas opciones. Debía aceptar un poco de ayuda. En realidad creí que la aceptaba. Porque mi cabeza estaba cerrada, mis ojos ciegos… Meses pasaron hasta que hice el click y dije “Estoy enferma”. Escuche cosas horribles, como que si seguía bajando asi, me iban a internar… Mi felicidad por bajar 500 gr, se opacaba con las caras de tristeza y desesperación de mi familia, porque sentían que me perdian.

Como si con ni comer, y vomitar no tenia poco empecé a abusar de laxantes. Mi cuerpo no podía mas. Sentía mi estomago morir lentamente.
Y al tiempo, como si esta autoflagelación no seria suficiente, empecé a cortarme. Necesitaba ver correr sangre. Igual esa parte la detallare en otro capitulo si junto valor, porque es más aterradora que la que vengo relatando.

No se como, ni cuando pero hice un click. De a poco, con pasos que me hacían caer todo el tiempo, fue dejando de lado primero que nada los cortes. Arranque otro verano, llena de marcas, y eso era muy traumático. Después, empecé a comer de una forma mas normal. Pero Mia jamás se fue. Todo un verano vomitando, Con laxantes, Te de hiervas que ayudaban a adelgazar… Y ya no era tan notorio porque no era un esqueleto andando. Mía recién se fue en agosto del 2008 cuando por medio de una amigdalitis me dijeron que mi garganta estaba arruinada. Que esto era muy riesgoso. Y yo no quería ni quiero morir. No se porque la necesidad de lastimarme. Es una especie de adicción. El que se droga por que lo hace si sabe que es malo Apara el cuerpo? Salvando las distancias esto muy similar.

Yo hoy acepto que me equivoque, y pago las consecuencias. Hoy mi cabeza a veces me gana. Vivo pensando que como y que no. Y venia ganándole a Mia. Creo que un poquito de Ana nunca se fue. Pero MIA reapareció. Cada tanto, viene y me desafía. Y ahí me encuentro como la primera vez, temblando. Torturándome. Sufriendo a escondidas…

Tengo miedo de verdad. Pero tampoco se como pedir ayuda. Esto es muy difícil, porque pongo todo de mi pero no alcanza. Creía que sola podía, pero no. Me arreglo cada dia, para mostrarle al mundo lo mejor, camino y juego a ser una femme fatal, pero algo me hace caer. No me importa que me digan piropos, yo NO LOGRO VER lo que los demas ven.
Que veo yo? Una chica obesa, fea, Triste. Esa imagen mia la tengo desde mucho antes de entrar en esto, y mi mayor objetivo hoy por hoy es lograr deshacerme de ella, y ver a la verdadera Yanina.
Cada día tiene una de cal y una de arena. Construí mucho este ultimo tiempo. Creci y madure. Esto es un tropiezo, del que necesito salir ya. Hoy mi meta no son los 45 kilos que alguna vez tuve, hoy mi única meta es poder verme al espejo, reconocerme, y pedirme perdón por arruinarme asi la vida…

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